martes, 19 de agosto de 2014

LAS ALUCINACIONES DE UN BUCEADOR EXTREMO.

Entre 10 y 30 metros, leve deterioro del razonamiento y euforia.
Entre 30 y 50, errores de cálculo, alteración en la capacidad de toma de decisiones, ideas fijas y exceso de confianza y del sentido de bienestar.
Entre 50 y 70, alucinaciones, deterioro del juicio, confusión y risa histérica.
Entre 70 y 90, estupor, pérdida de memoria y desconcierto mental.
A partir de 90, alucinaciones constantes, aumento de la intensidad de la visión y la audición,sensación de apagón inminente, euforia, mareos, estados maníacos o depresivos, sensación de levitación, alteración de la percepción del tiempo, cambios en la apariencia facial y pérdida del conocimiento.
No es el listado creciente de las consecuencias del consumo de mescalina o alguna otra droga psicoactiva de diseño, sino los síntomas de la narcosis de nitrógeno o borrachera de las profundidades, la alteración del estado de conciencia que sufren los buceadores por efecto de las altas presiones de nitrógeno sobre la transmisión nerviosa.
El corto Narcose (Narcosisreconstruye las alucinaciones reales que ha experimentado en sus muchos descensos a los abismos marinos el francés Guillaume Néry, un profesional de la apnea o buceo libre (freediving) que consiguió el récord mundial de descenso sin bombonas de oxígeno en 2011 al llegar a 117 metros de profundidad (al año siguiente batido por el ruso Alexey Molchanov, que alcanzó los 126).
Néry, un tipo capaz de estar siete minutos bajo el agua sin respirar, relató a su novia, la realizadora Julie Gaultier, algunas de las sensaciones y visiones disparatadas y alucinantes que ha sufrido por la narcosis. Con ese material vivencial de partida, grabaron el cortometraje, que tiene más cercanía con una obra visionaria sobre estados alterados de la mente que con un documental sobre un deporte extremo.

Entre lo deslumbrante —una mujer embarazada y desnuda flotando en un éter cósmico—, lo angustioso —el buceador envuelto en una cápsula transparente y flexible que no es capaz de romper—, la proyección del miedo —Néry se desdobla y huye corriendo por el fondo rocoso, le asedian unos seres temibles e informes de mirada verde— y el puro onirismo —una boda celebrada en las profundidades—, todas las visiones, dicen los implicados, son recreaciones textuales de las experiencias del buceador en sus descolgamientos hacia el inframundo marino.

La Redacción del blog.
Extraído de 20 Minutos.

No hay comentarios: