Es una realidad que la imagen femenina que se fomenta y se difunde es una verdadera estafa perniciosa. Por supuesto, una persona puede elegir hacer culto a su cuerpo, pero existe una presión e imposiciones para que la mujer persiga un físico anómalo e irreal. Esto es una causa más por las que el estilo personal se difumina, en favor de la homogenización y uniformidad de la persona para sostener un sistema que no nos permite ser otra cosa que productores y consumidores.
Las mujeres deben cobrar igual que los hombres si hacen el mismo trabajo, en los anuncios se deben evitar que salgan siempre mujeres jóvenes como modelos, debe haber también mujeres normales, y ampliar la edad para ser modelo, igual que ocurre con los hombres.
Yo estoy totalmente de acuerdo con la manifestación del ocho de marzo, ya es hora que se acabe la desigualdad laboral y el machismo, etc. En el tiempo en que estamos todavía se trata a la mujer como un objeto, como algo de segunda, no se valora el trabajo de la misma manera que al hombre. Ya es hora del cambio.
José María, Paqui y Laura.
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